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lunes, 17 de octubre de 2016

Tamales de mole, rajas y azúcar le ponen sabor a México

Su elaboración requiere de todo un ritual culinario para lograr la consistencia y sabor deseado.


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León, Notimex (libre acceso) / Ciberpasquinero

Los tamales son parte esencial de la alimentación de los mexicanos y están presentes en casi todas las celebraciones, desde nacimientos hasta funerales, por lo que en esta ciudad como en todo el país representa un orgullo elaborarlos.
En León hay un lugar tradicional donde se procesan tamales de masa en hoja de maíz, de carne con chile rojo, pollo con salsa verde, queso, rajas, mole, así como de fresa y piña.
Francisco Vallejo Pérez, propietario de Tamales Bellavista, empresa con 35 años de tradición en esta ciudad guanajuatense, comentó que es un orgullo esta actividad, ya que la heredó de sus padres.
El negocio está ubicado en la calle República de Chile, frente al templo de Santa Teresita del Niño Jesús.
"Es una tradición de ya 35 años, es un orgullo pero también es un compromiso con los clientes. La idea es crecer más, estamos hablando de un platillo mexicano, del gusto de la gente, que lleva un proceso de elaboración artesanal y es una industria que tiene muchos retos", comentó.

Ritual
Su elaboración requiere de todo un ritual culinario para lograr la consistencia y sabor deseado.
Primero se procesa el maíz. Se hace el preparado de la masa con manteca de cerdo y caldo, se hierve y se bate con una máquina especial para moler.
Luego se coloca en una mesa de madera para terminar amasado el Posteriormente se embarra la masa en la hoja de maíz, y se lo colocan los ingredientes previamente seleccionados, como pollo, salsa verde, carne, mole o azúcar.



Cada preparado tiene un toque especial. 
La elaboración de los tamales requiere de la colaboración de varias personas. En este negocio en su mayoría trabajan mujeres, aunque también se involucran hombres, que son quienes realizan el trabajo de amasado.
Hay que comenzar temprano para que después del mediodía ya casi estén listos los tamales, si es que se van a servir en la comida.
Una vez que el tamal está envuelto en la hoja de maíz, se acomodan en las vaporeras para iniciar el cocido, que regularmente es de una hora y media.
En temporada baja, de acuerdo con Vallejo Pérez, elaboran unos mil 500 tamales y en temporada alta hasta 10 mil.
En la tamalería trabajan 10 personas y en temporada alta hasta 20. "Cuando me preguntan, ¿a qué te dedicas? Soy tamalero, y estoy muy orgulloso de serlo", dijo el dueño del establecimiento.



Mejorar comercialización
Entre los retos está el mejorar la comercialización de este alimento nutritivo, sobre todo porque está hecho con calidad y cuidado.
En el país, son tan diversas las formas e ingredientes para prepararlos como delicioso es su sabor y en León no es la excepción.
"Los tamales que más me piden son los tradicionales, de chile rojo y chile verde, pero es variado. A mucha gente les gusta un buen tamal de azúcar", comentó.
Los tamales forman parte de la gastronomía de León. Quienes los consumen una vez, seguramente los volverán a degustar. El negocio sigue ofreciendo a sus clientes el sabor de la receta original de la familia.

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